Cayendo al suelo las defensas como ropa
desnuda de miedos me adentré en su universo
...y descubrí
como cada cosa cambiaba de nombre,
de color, de forma;
en el tacto en el verso y en su boca.
Dónde estaba?
El cielo no era azul como me contaron,
el mar no era mar.
Y apagando mi sed era agua el beso
brotando de sus labios.
La prudencia hizo silencio
en un acto de locura.
... el amor se vistió de fiesta
sin prejuicios ni pecados.
Él, alado anidando en mi alma
llenó cada espacio como dueño del tiempo...
curó mis heridas con dulce insolencia
... y perdida en el mundo que hoy llamo nuestro,
cada día es morir sin dolor...
si me arrebata el corazón mientras cálido
lo habita.
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Todos somos huella. Alondra
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