... y andaba yo tan beso y estaba Usted tan labios ...
y andábamos lluvias y soles y días con duraznos.
Creando idiomas distintos de aquellos gastados.
Cruzando calles y veredas.
Tomados de la mano sin apenas tocarnos.
Contemplando lunas como diamantes
o creciéndonos flores arrebolados.
Sin ser juntos ni distantes.
Pensadores y delirantes,
con te quieros perdidos que sin pensar
íbamos soltando libres hasta llegar a rozarnos.
Y nos fuimos naciendo
... simples y descalzos,
oliendo el aroma impregnado en el aire
y con nuevos pasos,
despacio,
conteniendo el aliento,
como un frágil cristal que puede quebrarse
... pero andaba yo tan beso y estaba Usted tan labios ...
que me atreví por un momento a cerrar los ojos ...
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Todos somos huella. Alondra
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