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viernes, 4 de mayo de 2018

Elvira Sastre en Buenos Aires 29-04-18


RUIDO Y SOLEDAD

Donde quedó el nombre de la piel?
Escondido bajo que cuerpos?
Dónde los besos y labios y lenguas?
En que fuegos o en que simulacros quedaron las ganas?
La noches como hoy traen esa carga cansada
y la llovizna que moja mi pelo con preguntas que se juntan entre sí
y resbalan como gotas redondas que corren por mi espalda.
Nada nunca nos prepara para el asalto de lo perdido.
La Luna mira distante y difusa en lo gris...
donde todo el ruido es soledad.
Alondra De Plata ©

SIN DUEÑOS

No cambiaría el tiempo
ni retrocedería el reloj.
No haría nada más que lo hecho,
pero hubiera querido permitirme
el sueño de aquellos que saben
que tienen un único momento
para torcer el destino.
Ya ves,
otra vez habla la que fue
y sigue siendo casi sin querer...
La hipocresía no me cabe
y cada palabra que nace es
enteramente mía.
Como míos los días donde hice
mi altar.
Y aunque falten motivos siempre
habrá lugar
para guardar el anhelo lejano;
Buenos Aires, la Poesía,
la noche que nunca tuvimos,
los recuerdos que no vivimos
y quedaron atras.

La Poesía no se olvida
aunque ya no tenga dueños.
Alondra De Plata ©

ABRIL 30

A veces duelen nostalgias viejas
(como ayer)
que ya no llegan a ser heridas
ni a hacer patria en nuestro cuerpo.
Pero allí están; como amebas
escondidas esperando despertar.
Sí,
la poesía aún tiene el nombre
detrás de aquella letra
que se cuela en todas partes.
Alondra De Plata ©

CUANDO TÚ, ERAS TÚ Y MIS SUEÑOS CONTIGO

Vuelvo de ti y aún sigues siendo tú aquel de mis sueños.
No quiero romper el recuerdo. Sí, lo he dicho bien.
Y sólo por contar:
Por aquí todavía ronda el fantasma que
un día te susurro al oído para devastar lo
poco que quedaba... o lo que se hubiera podido.
Para la poesía aún no soy lo
suficientemente triste.
No me desgarro como para llorar con mis versos.
(Aunque a veces hago llorar a otros)
Y estoy en desventaja; vivo de anestesia
en anestesia mitigando dolores nuevos
que no llegan a doler tanto y dentro
de esta fría armadura que me he vuelto
conservo aquel viejo anhelo que ya no te corresponde, pero sigue vivo como
una promesa de felicidad.
Espero llegar algún día a ese puerto
que todos buscamos... ojalá te encuentre
allí con tu barco amarrado y siendo felíz.
Como cuando tú eras tú;
y el amor nos recorría en cada latido del cuerpo.
Doy vueltas por las noches cuando no me duermo pero no he vuelto a buscarte.
Tu casa y tu universo es como un pueblo fantasma
con paredes que se descascaran,
con techos viejos y jardines descuidados.
Es mejor dejar a los muertos en su lecho
- me digo - y miro hacía otro lado.
Todo vacio se llena con algo y
he aprendido que la nada tiene peso y valor.
Es en ella donde más te siento...
Aunque siga yendo por la vida más viva que nunca y más muerta también;
una paradoja que sabrás comprender.
"Como cuando tú eras tú, y mis sueños contigo."
Todo pasa y todo sigue...
a veces en el mismo sitio. Sin cambiar de lugar.
Alondra De Plata ©